domingo, 13 de agosto de 2017

Pregón de las Fiestas de San José de El Escobonal, (Güímar), 2017 [2ª parte]

     
     

     Me resulta muy difícil, no poder nombrar a todos y cada uno de los alumnos y alumnas que protagonizaron estas historias y con los que tuve la gran suerte de convivir esos 15 años, de los que guardo en mi memoria infinitas anécdotas y vivencias. Por problemas de espacio he tenido que optar por recoger algunas muestras de esos artículos, haciendo hincapié en algunos de ellos y mencionando solo al alumnado reseñado en esas publicaciones, a pesar de que en mi recuerdo están todos. De igual manera me ha costado mucho no poder enumerar, una a una, a las numerosas madres y a algunos padres que trabajaron más directamente con nosotros en este largo periodo, lo mismo que a las directivas de la AMPA con las que tan estrechamente trabajamos. No es menor mi recuerdo para las compañeras encargadas del Comedor escolar o de la limpieza, para el conserje, o los que formaron parte del Consejo Escolar, pues todos formábamos un gran equipo. Lo mismo ocurre con el profesorado, pues también es imposible nombrar a tantos compañeros que pasaron en ese tiempo, por ello he optado por no personalizar, sino una vez más destacar la labor del conjunto con la que se logró un brillante trabajo.

    En un ya lejano miércoles 25 de marzo de 1992 el periódico El Día informaba de la “Segunda Semana Ecológica del Colegio público El Escobonal” y detallaba las actividades previstas, destacando la inauguración del Jardín Canario de plantas endémicas, dentro del proyecto “Conocer Nuestro Entorno”, subvencionado por la Consejería de Educación; recogía las charlas de los representantes de ATAN y el museo de Ciencias Naturales; también, que desde el aula de plásticas contribuían con una exposición de juguetes y adornos, elaborado por el alumnado con material reciclado. Así mismo la nota periodística señalaba la campaña de recogida de papel para reciclar, que llevábamos desde principio de curso para entregar en Martínez Cano, y culminaba con la caminata al pinar de Agache. Esta actividad siempre se mantuvo, aunque las conferencia pasaron a manos del alumnado,
    
 El jueves 21 de mayo de 1992, El Día recogía la “Primera Semana
Canaria en El Colegio El Escobonal dentro del mencionado proyecto escolar “Conocer nuestro entorno”, destacando las actividades basadas en talleres a cargo de artesanos de la localidad y madres del alumnado: Contamos con D. Tinerfe Rosa (vecino de la Montaña), para el taller “construcción de jaulas de pájaros”; D. Serapio Díaz con la Confección de cestos de palma: D Leonardo Delgado (Nardo, de Lomo de Montijo), en la elaboración de guelderas; de la mano de mi suegra, Dª. Miguelina Delgado, corrió la elaboración de calado; a cargo de D. Paco Gómez, el rescate de juegos antiguos como la Billarda, y otros como el trompo y el boliche. Años después también contamos con Dª. Angelita Pérez (la mujer de Pepe “El Chasnero”), que llevó un taller de gofio; con ella preparamos fogal y, con ayuda del remejequero, tostamos el grano y luego lo pasamos por el molino de piedra. Pero con el paso de los años las más imprescindibles, sin duda alguna, fueron las madres, nuestras fieles compañeras artesanas de tantos años. Además, la semana se iniciaba con una exposición tanto de objetos de artesanía aportados por las familias como de frutos de la tierra, culminando el último día con una fiesta canaria, que incluía una luchada, en la que nuestro alumnado ya cosechaba un importante número de trofeos, que continuaron sumándose por muchos años más, hasta el punto de dejar sin espacio los altos de las numerosas estanterías del Centro. Esta actividad, subvencionada por el convenio para deportes escolares entre el Ayuntamiento y el Cabildo insular, tenía como monitor a nuestro estimado Néstor, quien sabía como nadie despertar en los niños la pasión por el deporte vernáculo, tan arraigado en esta tierra, y que pasaban del equipo escolar a los juveniles del Benchomo, donde muchos de ellos han llegado a ser figuras destacadas, tanto en el equipo masculino como alguna representante en el novedoso equipo femenino, que ya elogiábamos al comienzo.
     La Fiesta canaria continuaba con la actuación de la rondalla escolar, a cargo de nuestra querida Dely, rondalla que en un principio se limitaba a intrumentos y canto para luego pasar a ser principalmente de baile; hoy, algunos de sus miembros se integran en los grupos musicales que pregonan el buen hacer de este pueblo: las dos solistas femeninas de “Herques” en la actualidad, un músico componente de “Calle Malcontento” y numerosos miembros de la Rondalla folclórica. Culminaba la fiesta con la Comida Canaria en la cancha del Centro, a la que, poco a poco, se fueron sumando las familias, dando lugar a un importante día de convivencia.
 
   El martes 20 de julio de 1993 La Gaceta de Canarias recogía, en su página de opinión, el artículo Agache no es así, firmado por los alumnos de Colegio, lógicamente de la 2ª Etapa de EGB, por ser los mayores; en él se recogía el concienzudo trabajo realizado en clase, con datos estadísticos de población , empleo, consultas realizadas al Centro de Salud y a los Servicios Sociales municipales, para saber si había un estudio sobre los datos publicados y así rebatir el lamentable artículo que publicó dicho periódico el domingo 13 de junio y que ocupaba mitad de la portada y las páginas 14 y 15 del interior, en el que bajo el titular “El sur se empobrece” hablaba de la miseria en los municipios de la Comarca del Sureste de Tenerife, destacando en la portada que en Agache el 40% de sus habitantes tenían anomalías psíquicas debido al alto consumo de alcohol. Finalmente tras el análisis realizado en clase se publicó nuestro estudio para, en parte, restituir el daño ocasionado.
     Aprovechando todo el bagaje adquirido, en el curso 95/96 nos dimos a conocer en el Programa Contenidos Canarios de la Consejería de Educación y, con tal motivo, en mayo de 1996 nuestros niños y niñas de la danza pregonaron nuestra tierra, con una exhibición en la Plaza de Europa del Puerto de la Cruz, en esa destacada ocasión el pito y el tambor sonaron de la mano de D. Isidoro Frías (En la fotografía de la portada de este artículo, la danza de la mano de D Isidoro); y el buen hacer de nuestra danza fue recogido en el Libro “Música popular en los Centros escolares”, publicado por dicha Consejería en 1997. Recuerdo entre nuestros monitores para la Danza a Víctor, Manola, Florencio, Gabriel y Marcos.
     En junio de 1998, en la revista Pa´lante de la Inspección educativa de zona, se recogió la importancia del Colegio como centro de la sociedad de esta Comarca, a través del Proyecto: “La Comarca de Agache: su apoyo desde la Escuela”.
     A finales de diciembre de 1999, nuestra alumna Cora Cruz recibió el premio regional del Concurso escolar de postales navideñas de CajaCanarias; y dicha postal sería utilizada por la entidad bancaria como cartel anunciador del certamen regional del siguiente concurso escolar, figurando en él la autora y el Colegio. Aprovecho la ocasión para felicitar a Cora por haber llegado, nada más y nada menos, que al Festival de Cannes con su corto “la isla invertida” y desearle toda la suerte del mundo.
     En el curso 2000/01 desde el Programa de Contenidos Canarios se destacó el premio recibido por el Colegio, dotado de 50.000 pesetas.
    En ese mismo curso, la revista del CEPs de Sta Cruz recogió los proyectos del Centro, señalando que nos habíamos sumado al de anticipación de la enseñanza de Inglés en Ed Infantil así como al de anticipación de 2ª Lengua extranjera (“Francés”) en 5º y 6º de Primaria. En ese curso también nos sumaríamos al proyecto de auxiliar nativa de inglés. De igual modo se presentó a una serie de proyectos educativos: en Educación Infantil, proyectos “de mejora” que fueron aprobados y subvencionados por la Consejería de Educación, para actividades destinadas a programas educativos en el aula de informática; otro para fondos para la Biblioteca o de grupos flexibles en el aula de PT a cargo de la profesora de esta especialidad, otro para actividades complementarias a los que se sumarían los proyectos subvencionados por el Cabildo. También contábamos con la escuela de padres organizada por el Ayuntamiento de Güímar.
     
 En varias ocasiones, el periódico El Día, así como las revistas El Cañizo y La Gaveta, se hicieron eco del proyecto europeo “Sócrates”, de carácter bianual e incentivado por la Unión europea, que estuvo a cargo de la profesora de francés, recogiendo que el proyecto por un lado propiciaba el intercambio cultural entre alumnos de la Comunidad europea, la práctica de los idiomas y el trabajo común sobre las plantas medicinales que se cultivaban en nuestros respectivos huertos escolares. Nuevamente saldría en la prensa con motivo de la estancia y las actividades de los alumnos alemanes en nuestro pueblo y la posterior visita de nuestro alumnado a Alemania donde pudieron visitar Aachen, Kölh, Bonn, dos ciudades de Holanda y una de Bélgica.
     En mayo de 2001, la revista municipal ErPuntal, a cargo de la Concejalía de Juventud del Ayuntamiento de Güímar y meses después las revistas El Cañizo, y La Gaveta, hacían publicidad del Proyecto “Ciber Milenium”, por el que el Colegio Agache abría sus puertas a los vecinos de la comarca los viernes y sábados por la tarde, y de mano de Luis y Javi López se impartieron cursos de informática para los vecinos y bajo la tutela de Germán Alonso se permitía el acceso a internet, pues por aquellos años no todas las familias tenían equipos ni conexión, y aún no se habían inventado los smarphone o tfno inteligentes que todos tenemos hoy. Años después se usó como ciber abierto a la Comunidad, los equipos que el Cabildo donó al Centro y que era atendido por el bibliotecario en horario extraescolar e incluso en un tiempo, los días que él no venía, se hacían cargo de abrir algunos padres voluntarios como Ana García o Daniel Chico.
     En el curso 2001/02 se le propuso a la Concejalía de Educación del Ayuntamiento, la colaboración para propiciar que el alumnado conociera los distintos núcleos de Güímar; y, desde el programa: “Conoce tu municipio”, en la Navidad de 2001, nos correspondió recibir a los niños y maestros de 6º de Primaria de los restantes Colegios. En esa visita tuvimos la oportunidad de ofrecerles un programa de actos, que dejaba claro que en esta tierra había cosas muy buenas. Así en este salón les ofrecimos la actuación musical de nuestros grupos escolares: la Rondalla, la Danza de las Cintas y la flamante Coral que dio un recital navideño dirigido por nuestro profesor de música. Luego se visitó el Museo, el cine, y la antigua Fonda, terminando la jornada con un brindis navideño en el comedor escolar.
   Un acto que tuvo un importante eco fue la inauguración oficial de nuestra aula de informática y el homenaje al inspector de enseñanza D. Miguel Ramírez, por haber sido el promotor de dicha instalación pionera, dando fé de ello los periódico El Día y Diario de Avisos así como la revista comarcal El Cañizo, en mayo de 2002. Con tal motivo llegaron a nuestro Colegio altos cargos de la Consejería, destacando la prensa que el viceconsejero D. Fernando Hernández Guarch había dicho que “el colegio Agache iba dos cuerpos por delante de nuestra consejería”, también nos acompañaron los corresponsales de los medios de comunicación, quienes plasmaron en ellos la información y las fotos de este inolvidable momento. Para la ocasión ya el Centro daba a conocer al mundo esta comarca, a través de su propia página web creada por Romén, siendo aún alumno del Colegio.


Recogiendo el premio en el teatro
 santacrucero, el 14 de junio de
2005.
     Otra actividad de gran importancia fue el teatro con mayúsculas. Desde hacía varios cursos, nuestra querida Nena, se había encargado de deleitarnos con los teatrillos de mesa, basados en la pedagogía Waldorf,con adaptaciones de cuentos; pero desde el curso 2000/01 dió un salto espectacular, adaptó el cuento de los hermanos Grimm,“Los tres pelos de oro del diablo”; y aunque trató de ser lo más fiel posible a la riqueza de su lenguaje y al formato original, introdujo el personaje del narrador cuentacuentos, “Leo”, representado por Jesús Escudero, nuestro becario para la biblioteca escolar en horario de tarde, que pasaría a ser el duende de la biblioteca que recorrería los lugares cargado con su gran libro de cuentos, para contarlos a los niños. Nena consiguió convertir en verdaderos artistas a un amplio grupo de niños: Luna, Nayra,Tatiana, Cyntia, Abraham, Joana, Sheila, Sabina, Cristo, Elena, Samuel, Manuel, Alicia, Jennifer, Dailos, Patricia y Cora. Y así, en mayo de 2002 se estrenó la obra de teatro. Una magnífica representación, excelentes decorados, iluminación, sonido, vestuarios y maquillajes; ese día todos palpitamos de orgullo por la calidad que lograba nuestro teatro. Dos cursos después volvió a ser representada para los alumnos de 6º de Primaria de todos los colegios de Güímar, pues se había retomado el proyecto para que los escolares conocieran su municipio. Nuestro grupo teatral se ganó el reconocimiento de los centros visitantes, con lo que la buena labor de este Centro, una vez más, traspasaba La Ladera. Esta actividad tuvo una exitosa continuidad, así el 2 de junio de 2005 nuestro grupo de teatro ganó el premio a la “Mejor obra escenificada”, en el “V Certamen de Teatro escolar de Santa Cruz de Tenerife”, con la adaptación teatral del cuento “Los seis cisnes”. Todos podemos imaginar el orgullo y alegría que sentimos. Y el 14 del mismo mes recogimos el galardón en el escenario del teatro santacrucero. Para dichas representaciones, Nena siempre se rodeó de escenógrafos, sastres, maquilladores...contando con la colaboración de antiguos alumnos como Yonathan Díaz, de Guacimara Gómez, de padres / madres y de su familia más directa, donde el arte es el pan de cada día. Y en el cuadro de reparto, se mantuvieron varios de los alumnos citados en la obra anterior junto a nuestro duende Leo, a los que se sumaron: Noemi, Sara, Saúl, Marlene, Yenni, Sheila, Eduardo, Adrián, Cristian, Dailos, Kevin, Aitor, Paula, Elena, Xiomara, Guacimara, Selene, Yurena, Alba, Manuel, Ruth, Saray, Nayra, Haridiam, Raquel, Silvia, Marta y Atteneri.
 
   Como hemos mencionado de pasada, ya contábamos con coral escolar. El 5 de Abril de 2003, el periódico El Día, publicaba una nota de prensa sobre la Coral de voces blancas del Colegio Agache dirigida por nuestro profesor de música y acompañaba el artículo con la fotografía tomada en el recital navideño, ofrecido meses antes por nuestra coral en el Ayuntamiento de Güímar. Y posteriormente, el l6 de mayo de 2006, participó en el Primer Encuentro Coral Ciudad de Güímar, volviendo a hacer sonar en el Valle el buen hacer de nuestro Colegio.


    El periódico El Día y la Revista El Cañizo se hicieron eco de que el Colegio Agache fue premiado con 1.500 euros por el Instituto de la Seguridad Laboral, en el concurso regional que este había convocado para los escolares.
   




     En noviembre de 2002, nuestro Colegio recibió una destacada distinción a nivel institucional: El Premio del Concejo Escolar de Canarias: “Reconocimiento a Centros docente significados por su labor educativa”. El acto oficial de entrega se llevó a cabo al finalizar el curso y volvió a citar en nuestro Centro a los altos cargos de la Consejería de Educación. Por dicho motivo, durante meses, estuvo siendo objeto de una importante publicidad. Así, el 16 de diciembre de 2002, el periódico El Día titulaba un artículo “El Colegio Agache, único de la isla distinguido por el Consejo Escolar de Canarias”; y El periódico comarcal Tagoror recogía que “El Consejo Escolar de Canarias premia al Colegio de El Escobonal”. En el acto de entrega, que tuvo lugar el viernes 7 de junio, la prensa se volcó de nuevo con nuestro Colegio: La Opinión de Tenerife acompañaba su artículo con una bonita fotografía, que recogía al alumnado presente en dicho acto, desde Infantil a la ESO. El evento también fue recogido por El Día bajo el título “El Consejo Escolar reconoce la labor del colegio Agache en Güímar”. Lo mismo hizo el Diario de Avisos, con el titular “El Consejo Escolar premia la labor educativa y social del Colegio Agache”. Como curiosidad, también se reflejó este premio en el programa de Televisión “Échese a la calle”, a cargo de José Luis Calero, grabado en El Escobonal en 2004.


     El lunes 19 de abril de este último año, el citado periódico El Día, recogía en un titular, la creación de un “Laboratorio de idiomas para el colegio El Escobonal”, como una apuesta puntera en esta enseñanza.
   

     El 10 de febrero de 2005, el mismo periódico El Día informaba de la Cabalgata carnavalera celebrada por todos los escolares del municipio de Güímar y la acompañaba con dos bellas fotos de nuestro Centro: el grupo coreográfico de baile ó comparsa que había preparado nuestro compañero de Educación Física, amante del carnaval pero que solo estuvo ese curso con nosotros, actividad a la que se sumó nuestro profesor de música creando la batucada, y con rítmo y movimiento nos impusimos en el casco. Recuerdo aún la enorme expectación que causamos en Güímar, lo felices y orgullosos que se sintieron los numerosos padres y madres que acudieron a ver el desfile desde Tasagaya hasta la Plaza. pues hasta entonces nuestro carnaval solo llegaba hasta La Fonda de El Escobonal.
La Voz de Agache FM88.0

    En mi último curso en Agache, el 2005/06, la emisora escolar “La Voz de Agache FM88.0”, que había comenzado a emitir música al finalizar el curso anterior, ya empezó a producir sus propios programas en noviembre de 2005. Así a través de las ondas de radio se pregonaba la vida de esta Comunidad. Destacaron las entrevistas que se le hicieron a dos abuelos de la zona sobre las andanzas de su juventud: D. Tinerfe García y D. Luis Pérez, a cargo de los alumnos de la ESO: Elsa, Sabina, Saray y Almudena. También había una sesión semanal dedicada a la actualidad deportiva que informaba de los resultados en las distintas competiciones, de la que se responsabilizaba Béntor, y una sesión específica de lucha canaria, llevada por Ayoze y Yonathan; En la parte cultural Chaxiraxy, nos ponía al día del espectáculo cinematográfico mientras que la sesión de literatura y libros más leídos, corría a cargo de Luna. A su vez, los más pequeños intervenían leyendo sus cuentos de composición propia trabajados con sus tutoras.
     El 10 de mayo de 2006, el periódico El Día recogió la entrega de premios del concurso de educación ambiental “Es tiempo para el desarrollo Sostenible” en el que fue premiado nuestro alumno de 2º ESO Jonathan Tejera.
    También al finalizar ese curso 2005/06, se editó el nuevo periódico escolar Agache, bajo la coordinación de la profesora de Lengua de la ESO.

    Creo que la selección de notas de prensa que he comentado también contribuyeron a hablar bien de este pueblo, de los grandes valores que alberga: nuestros alumnos/as, sus madres y padres y en general todos sus vecinos, que hicieron y siguen haciendo posible estos logros, pues con cada uno de ellos la autoestima colectiva como pueblo crece y sirve para tomar nuevos bríos, para seguir progresando y sintiéndose orgulloso de ser escobonaleros y agacheros.
     Para mi ha sido un privilegio haber formado parte de esta comunidad educativa, y lo es, poder seguir sintiendo el calor humano cada vez que me encuentro tanto a alumnos como a padres, pero de lo más dichosa que me siento es de las maravillosas personas que han salido de sus aulas, pues gracias a las nuevas redes sociales mantengo un estrecho contacto y puedo seguirles y conocer su trayectoria profesional y humana. Hoy los encontramos en todas las profesiones: maestros, policías, graduados sociales, enfermeras, empleados de comercios, químicos, sociólogos, albañiles, logopedas, conductoras de guaguas, periodistas, zapateros, ingenieros, obreros, economistas, cocineros, biólogos, camareros, médicos, diseñadores, geógrafos, cantantes, cineastas, músicos, escritores, actrices, técnicos profesionales de diversas ramas: como cocineros, electricistas, costureros, viticultores, mecánicos, agrícolas, soldadores, etc.
    Me hace feliz verlos en las fotos comentando sus tenderetes, sus viajes, con sus parejas, con sus hijos, …. Me congratula leer, en muchos de ellos, sus comentarios de compromiso y respeto con el medio ambiente y su sensibilidad por lo social, por crear un mundo más tolerante, respetuoso y justo, incluso llegando a comprometerse en la política activa. En resumen, personas ejemplares que ponen en valor su tierra, siendo ellos, con su manera de ser y su forma de hacer, el mejor pregón de su pueblo.


   Solo me resta decir: Sigan disfrutando con ilusión, alegría y respeto del extenso programa de actos que se nos presenta para los próximos días. Un inmenso abrazo. Y muchas gracias a todos.
En compañía de cinco miembros de la Corporación municipal del
 Ayuntamiento de Güímar y de la presidenta de la Comisión
 de Fiestas (foto cedida por John Leandro Gómez)

martes, 8 de agosto de 2017

Pregón de las Fiestas de San José de El Escobonal, (Güímar), 2017 [1ª parte]

 
Fotografía cedida por Nifraya Afonso.
     Miembros de la corporación municipal y de la comisión de fiestas, señoras, señores, queridos amigos, buenas tardes a todos.
    Cuando fui invitada por la presidenta de la Comisión de Fiestas de San José a ser su pregonera, me sentí muy halagada, pero consciente de que no era merecedora de tan importante cometido. A pesar de ello tuve la osadía de aceptar movida por la felicidad y el amor que esta tierra había dado a mi vida y a la que ahora tenía la oportunidad de darle las gracias, poniendo mi humilde voz para pregonar sus fiestas, sus valores y la lucha constante de sus vecinos por el progreso de su tierra.
    Mi primer encuentro con estas tierras fue en mi adolescencia, cuando mi madre y yo acompañábamos a mi padre, que utilizaba este tramo de la Carretera General del Sur para hacer prácticas, tras su recién sacado carné de conducir. Lo que no imaginaba yo es que, unos años después, este lugar me atraparía para siempre.
   También recuerdo de esa época a mis compañeros de El Escobonal, con los que compartí aula en el Instituto “Mencey Acaymo”: José Marrero, Cándida Hernández y Roberto Chico con los que he vuelto a reanudar la amistad, pero también vienen a mi memoria Silvio Vicente y Manuel Benítez con los que no he vuelto a coincidir.
    Pero fue a comienzos de la década de los ochenta cuando comenzó mi idilio con esta tierra, me enamoré de su historia, sus personajes, su naturaleza, su lucha diaria por sumarse a la modernidad. El culpable de este enamoramiento es Tavi, el hombre con quien desde entonces comparto mi vida. De su mano empecé a conocer cada detalle de esta su tierra, no paré de leer tantos artículos que había escrito y seguía escribiendo; desde el origen orgulloso de los gentilicios agachero, chimajero, hasta sus tradiciones, de los restos aborígenes a los personajes más conocidos: José Delgado Trinidad, responsable de adjudicar a este pueblo el patronazgo cristiano del santo de su nombre, al ceder los terrenos de Cano para construir la primera ermita de San José; otros tan destacados como Cho Cirilo, que hacía la magia de tocar simultáneamente tambor y flauta al ritmo del tajaraste, y que en torno suyo danzaran los niños entrelazando las cintas de colores que partían de lo alto del palo que otros muchos escobonaleros sostuvieron como símbolo de su tierra y que orgullosamente sigue en pie. La afamada Josefina Marrero, con su prodigiosa voz, que llegó a cantar en la Península, y, de haber nacido en esta época de oportunidades para la mujer, hubiese llegado muy alto. El prestigioso practicante Miguel Delgado, profesional de gran prestigio en estos sures; además personajes ligados a la religión católica como Juan de Castro Baute, quien llegara a ser párroco de Fasnia y cargo eclesiástico de la catedral de La Laguna, como se recuerda en la placa de su antigua casa; destacados puntales de lucha canaria que entonces, al igual que ahora nuestros recientes campeones/as regionales, tanto en la categoría femenina como masculina, han pregonado con orgullo el nombre de su tierra. Sus rondallas, sus orquestas y los Casinos que tuvo el pueblo desde los comienzos del siglo XX hablan de su inquietud así como de su desarrollo cultural y social. De igual forma, el contar con su propia Federación obrera y agrupaciones políticas en plena República, deja claro el empuje reivindicativo de un pueblo. Y que mejor testigo de esa lucha, que el paisaje que dejaron sus hombres y mujeres labradores de estas tierras que han luchado por sacar adelante a los suyos, roturando los lomos que entre barrancos se levantan y donde con sudor y tesón han creado sus famosas cuevas viviendas, los canteros en bancales y las galerías de agua, transformando armoniosamente su tierra para obtener el sustento de los suyos, actividad agrícola que completaban con el ganado, dando fama a los quesos de Frías. Esta tarea cotidiana se completaba con trabajos artesanales de modo que carpinteros, costureras, panaderas, albañiles, caladoras,... entre todos hicieron posible la vida en los pueblos hasta bien avanzado el siglo XX.
     Me enteré de sus tres intentos de independencia del ayuntamiento de Güímar, ya que la contribución de su potencial humano y económico de entonces no se correspondía, proporcionalmente, con la atención que recibía del gobierno municipal, tardando muchas décadas en hacer llegar a estas tierras lo que la cabecera municipal ya tenía; así, mientras los vecinos del casco de Güímar ya contaban con luz eléctrica desde 1929, en que entra en funcionamiento la Central Hidroeléctrica, ésta nunca llegó a extender su cableado para alumbrar estas tierras, que tuvieron que esperar 38 años más, hasta la instalación de la UNELCO. Otro tanto ocurrió con la red de distribución del agua potable que no llegó hasta 1964; y así numerosos olvidos, que llevó a muchas familias a cerrar sus casas y emigrar. De esta manera, El Escobonal, que en el censo de 1940 era el 10º núcleo de población de Tenerife, con 2.306 habitantes, sufrió la triste despedida de los suyos, ello se extendió a toda la comarca de Agache, que si bien a principios del siglo XX llegó a representar el 40% de la población del municipio de Güímar, hoy, un siglo después, solo representa el 10% del término municipal.
     Por ello, Tavi me decía que su tierra estaba bien representada en los siguientes versos del poema de Fernando Gracía Ramos “Romance del éxodo”: “¿Pero quien tiene la culpa / de que esté desierto el campo, / de que el labrador parezca / alma que se lleva el diablo? / Casas vacías acusan / claman vacíos establos. / Que por no quedarse nadie, / hasta el eco se ha marchado”.
     Afortunadamente al finalizar la década de los setenta, El Escobonal se subió al carro de la modernidad. En nuestras citas amorosas de aquella época, recuerdo cuando me contaba sus constantes discusiones en los ocho años que estuvo como concejal y como, en plenos y comisiones, tenía que convencer a sus compañeros de las necesidades de su pueblo y de la deuda histórica que con él tenía el municipio. Así fue cambiando esta tierra, dando un salto inmenso para equipararse a los demás barrios de Güímar y hacer que sus vecinos se sintieran atendidos: sus veredas y caminos se ensanchaban y asfaltaban, inicialmente gracias a la aportación de los vecinos y el ayuntamiento, y luego, tras una dura lucha reivindicativa con la administración para incorporarse a la Comarca de Acción Especial de Arico y Fasnia, pues en principio se ponía pegas a la inclusión de Agache, al no ser municipio, sino una parte de Güímar; pero finalmente se logró convencer al Cabildo de que era justo su inclusión y a partir de ahí llegarían mejoras en asfaltado, distribución de agua potable, la electrificación y alumbrado en zonas a las que estos servicios no llegaba.
     A este programa se sumarían otras acciones que mejoraría la vida económica y social de este pueblo. Así su surtidor se transformaba en una gasolinera, su botiquín en una farmacia, se colocaron cabinas telefónicas, se instaló la consulta médica permanente, se creó la oficina delegada del ayuntamiento para que los vecinos realizaran sus diligencias; se remodeló la plaza; se consiguió que el ayuntamiento subvencionase a la Biblioteca del Tagoror, para seguirla dotando de fondos y contar con una persona que la abriese.          También en esa época comenzó a edificarse el nuevo colegio, se adquirieron los terrenos para el Centro Cultural en el que nos encontramos, aunque su construcción fue posterior; se compraron los terrenos y se diseñó el parque de la Hendía, que tuvo que esperar muchos años más para ver la luz, pero que hoy embellece al pueblo.
     Me pareció meritoria la lucha que llevó junto a un reducido grupo de amigos a finales de los setenta por crear el Tagoror Cultural de Agache, y como desde él, se fomentaba y sembraba el respeto y el orgullo por la propia historia de la Comarca. Con la fundación de su museo y su biblioteca se completaban el espectro cultural y social existente, junto al Teleclub Géminis y el Cine/ salón de baile de Cheo.
La creación de esta biblioteca para el pueblo, fue una lucha titánica, pues recuerdo que me contaba que solicitaba libros a sus profesores o a instituciones públicas y al principio los iba a buscar en guagua o auto stop, hasta en una ocasión le llovió y se empapó, pues solo le preocupaba proteger las bolsas de libros.
     Me contaba como recorrían todos los barrancos, buscando restos guanches en las cuevas o pidiendo a los vecinos utensilios en desuso con el fin de crear el museo arqueológico y costumbrista. Pero lo lograron, el Tagoror hoy es un referente de la vida cultural y social de este pueblo, y así lo asumen con orgullo las nuevas generaciones que han recogido el relevo, muestra de ello es lo que pregonan en las redes sociales en estos días, y como, bajo el lema “Yo apoyo la cultura en Agache”, han ido recogiendo el apoyo de personajes relevantes del mundo de la cultura como Imanol Arias, Rogelio Botanz, Kakó,... , lo que sin duda potencia favorablemente la autoestima de los escobonaleros y de todos los agacheros.
     De igual manera fue en esa década de los setenta cuando comenzó una nueva forma de entender las Fiestas: se rescató el entierro de la sardina, las Fiestas patronales desbordaban el programa de un pueblo pequeño: se organizaron las recordadas Ferias de Artesanía; se incorporó la semana Cultural, con conferencias, cine, teatro, exposiciones de pintura; así como el Festival artístico, con actuaciones destacadas; como muestra de ello en 1984, hace 33 años, El Escobonal ya tuvo a Pedro Guerra en su escenario y también en esa ocasión acompañado como telonero por un artista del pueblo, nuestro querido Benjamín. Aprovecho la ocasión para felicitar una vez más a todos los implicados en el festival del pasado sábado, un gran trabajo de los organizadores: El Tagoror y la Comisión de Fiestas, así como los teloneros, dos grupos musicales del pueblo; una vez más han demostrado la gran capacidad de trabajo y el buen hacer de este pueblo organizando un festival de esta envergadura.
     Esos acontecimientos que he recordado, gran parte los viví en directo, pues de su mano recorrí sus paisajes naturales, a los que dedicó su tesis doctoral, bailé en el cine de Cheo, fui a las luchadas en el anterior terrero, viví sus Fiestas, sus verbenas, el encuentro en el monte por el día de Agache,... Pero, sin lugar a dudas, lo más importante que nos sucedió juntos fue el nacimiento de nuestros dos grandes amores: nuestros hijos Romén y Béntor. Romén casi nace en la Tambora de Arriba, en la casa que le alquilamos a Manolo y Ermendina, pues allí rompí aguas y salimos para el hospital, mientras que Béntor nació a escasas horas de salir de la vivienda de maestros de la Plaza, con destino a una revisión ginecológica que se convirtió en su nacimiento.
     Por eso les decía que a esta tierra le debo mi felicidad: tres de los hombres más importantes de mi vida son escobonaleros. Y por si esto fue poco, a estos sucesos tan personales y sentimentales se suma mi destino como maestra propietaria en el Colegio Público Agache en el que viví una ilusionante etapa profesional, mis mejores años, en esa edad vital en que lo damos todo; desde el curso 1991/92 al curso 2005/06, en total 15 años, de ellos 10 muy comprometidos, pues asumí de forma directa cargos directivos.
     En los pasados meses de mayo y junio, a través de la página de facebook del Colegio volví a revivir esas ilusiones, cuando vi su participación en el Festival Educativo de Cine. El primer corto, “Tiempos de sombra”, me pareció genial, me emocioné, empecé a enviar el enlace a mis compañeros actuales, a amigos y familiares, pidiendo que marcasen la última estrella; luego lo mismo con el 2º corto, “El sueño de Iris”. Por ello sentí una gran alegría cuando recibieron los dos premios: 2º premio de cortos y 1º premio a la dirección. Por si esto nos parecía poco, llegó un premio más, de la V Muestra Certamen de Cine Educativo de Agaete, Gran Canaria: 2º premio para: «El lenguaje del viento». Todos sabemos que es una labor del equipo de profesores con el que cuenta el centro, del alumnado y los familiares implicados, pero de entre todos ellos, hoy quiero destacar a los tres maestros escobonaleros, con los que tuve la suerte de trabajar hace años: Chari, esa mano fundamental en la dirección y el guión, Benjamín, el hombre de la música, y Gabriel, mi compañero de equipo y conocido actor.
     Esos premios constituyen el mejor pregón y el regalo perfecto en estas simbólicas bodas de plata del actúal edificio del Colegio, del que este año se cumple el 25 aniversario, como recordaba nuestro Cronista en el Programa de las Fiestas de San Pedro 2017.

     Como les decía, todo este proceso revivió algo muy profundo en mi interior, y así, de una manera sutil, volví a revivir la ilusión con que trabajé en este Centro, y a recordar tantos momentos de lucha, de alegrías... Por ello, cuando me senté a escribir, busqué entre mis carpetas los numerosos artículos de periódicos y revistas, que recogían los momentos más importantes que vivimos en el Colegio en aquella época y que, también por ese entonces, cruzaron la Ladera y el Barranco de Herques para pregonar el buen hacer de estas tierras lo que a la vez nos servía de estímulo y elevaba la autoestima de toda la Comunidad Educativa y vecinal, que se sentía orgullosa de su Colegio.